Año del golpe de estado de tejero
Golpe de estado
Golpe de Estado español de 1981Parte de la transición española a la democraciaSalón de Plenos del Congreso de los Diputados (cámara baja de la legislatura española), en Madrid, donde un grupo de guardias civiles, dirigidos por Antonio Tejero, irrumpió violentamente.Fecha23-24 de febrero de 1981LugarMadrid y ValenciaResultado
El 13 de febrero la tensión llega a su punto álgido al conocerse la noticia de la tortura y muerte en Carabanchel de José Ignacio Arregui, miembro del movimiento nacionalista vasco ETA, que llevaba 10 días incomunicado en la Dirección General de Seguridad[1]. El gobierno despidió entonces a varios jefes de policía, mientras que en el Ministerio del Interior se produjeron dimisiones en solidaridad con los torturadores. El periódico El Alcázar juzgó la actuación del Gobierno como una muestra de debilidad que debía ser atajada.
En este contexto extraordinario, Calvo Sotelo presentó su propuesta de gobierno el 18 de febrero, pero, en la votación del Congreso del día 20, no obtuvo la mayoría necesaria para ser confirmado como presidente del Gobierno, por lo que se programó una nueva votación para el día 23: el día que los conspiradores habían elegido para su intento de golpe. Tal y como estaba previsto, el golpe contaría con Tejero y el general Jaime Milans del Bosch como principales instigadores, con un papel menor del general Alfonso Armada, hombre de confianza del rey Juan Carlos I.
Película 23f
España conmemoró el martes los 40 años de un fallido golpe militar, pero sin la presencia del antiguo rey Juan Carlos I, cuya intervención en 1981 ha sido reconocida por los historiadores por ayudar a detener la crisis, y por seguir conduciendo a la nación hacia la democracia tras la muerte del dictador Franco.
En su lugar, su hijo y actual rey Felipe VI, diputados españoles y otras personas conmemoran los 40 años del intento de golpe de Estado paramilitar de 1981, que no consiguió desbaratar la transición del país a la democracia.
En la tarde del 23 de febrero de 1981, un grupo de unos 200 agentes de la Guardia Civil armados, dirigidos por el teniente coronel Antonio Tejero, irrumpió en el Congreso de los Diputados en Madrid. Tejero tomó la tribuna de la cámara, efectuando una serie de disparos de advertencia. Los guardias civiles -que seguían siendo leales al régimen del ex dictador Franco- mantuvieron a toda la Cámara Baja del Parlamento a punta de pistola. Los diputados, que se disponían a votar un nuevo gobierno, fueron rehenes durante las 18 horas siguientes.
Como reacción al suceso, el rey Juan Carlos I, que había sido nombrado por Franco y dirigía el país desde la muerte del dictador en 1975, se dirigió a la nación. Vestido de uniforme como comandante en jefe, el rey reprendió el intento de golpe, declarando su apoyo al nuevo gobierno democrático y a la Constitución, y pidiendo a las fuerzas armadas que siguieran su ejemplo.
Vídeo del golpe de estado de 1981
Antonio Tejero Molina (nacido el 30 de abril de 1932) es un ex teniente coronel de la Guardia Civil español, y la figura más destacada del fallido golpe de Estado contra el nuevo gobierno democrático español del 23 de febrero de 1981.
En 1978, Tejero, junto con el capitán de policía Ricardo Sáenz de Ynestrillas y un coronel del Estado Mayor del Ejército, cuyo nombre nunca se hizo público, intentó dar un golpe de Estado, conocido como Operación Galaxia. Tejero fue condenado a una corta pena de prisión por amotinamiento tras el fracaso del intento de golpe. Estuvo en prisión siete meses y siete días.
El 23 de febrero de 1981, Tejero entró en el Congreso de los Diputados, la cámara baja del Parlamento español, con 150 miembros de la Guardia Civil y soldados y mantuvo a los congresistas como rehenes durante unas 22 horas. Alrededor de la medianoche, cuando quedó claro que ninguna otra unidad del ejército se había unido al golpe, el rey Juan Carlos pronunció un discurso televisado a nivel nacional en el que denunció el golpe e instó al mantenimiento de la ley y a la continuidad del gobierno elegido democráticamente. Al día siguiente, los golpistas se entregaron a la policía[2]: «Recibimos un país en perfectas condiciones; estamos obligados a entregarlo a nuestros descendientes en las mismas condiciones».
Antonio tejero
Tras las elecciones de noviembre de 1933, España entró en lo que los partidos de izquierda llamaron el «bienio negro»[3]. Tanto carlistas como monárquicos alfonsistas siguieron preparándose[4] y recibieron el apoyo de Benito Mussolini.
El 26 de septiembre de 1934, la CEDA anunció que dejaría de apoyar al gobierno en minoría del Partido Republicano Radical, que fue sustituido por un gabinete del PRR que incluía a tres miembros de la CEDA[11] Una huelga general de la UGT a principios de octubre de 1934 fue rápidamente sofocada en la mayor parte de España[12] El general Francisco Franco fue puesto al mando informal del esfuerzo militar contra la revuelta de los mineros asturianos de 1934, durante la cual los trabajadores en huelga habían ocupado varias ciudades y la capital de la provincia[13]. [Los hombres de Franco, algunos de ellos traídos del Ejército de África español,[15] actuaron de forma horrible matando a hombres, mujeres y niños y llevando a cabo ejecuciones sumarias cuando las principales ciudades de Asturias habían sido retomadas[16] Unos 1.000 trabajadores y unos 250 soldados del gobierno fueron asesinados,[17] lo que marcó el fin efectivo de la república[18] Siguieron meses de represalias y represión por parte de ambos bandos, y se utilizó la tortura contra los presos políticos. Los bombardeos, los tiroteos y los asesinatos políticos y religiosos fueron frecuentes en las calles. Los partidos políticos crearon sus milicias armadas[19][20] Gil-Robles volvió a provocar el colapso del gabinete, y cinco miembros del nuevo gobierno de Alejandro Lerroux fueron concedidos a la CEDA. El ejército fue depurado de miembros republicanos y reformado. Los leales a Gil-Robles fueron ascendidos, y Franco fue nombrado Jefe de Estado Mayor[21].
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