Presidentes de la ii republica española
Ejército republicano español
El «Comité Revolucionario Republicano» creado por el Pacto de San Sebastián (1930),[2] considerado como el «acontecimiento central de la oposición a la monarquía de Alfonso XIII»,[3] y encabezado por Niceto Alcalá-Zamora, se convirtió finalmente en el primer gobierno provisional de la Segunda República, siendo Alcalá-Zamora nombrado Presidente de la República el 11 de diciembre de 1931.
Hay que tener en cuenta que España es una de las democracias (véase Presidente del Consejo para la lista completa de países) en las que el término «presidente» debe utilizarse con cuidado, ya que no se refiere únicamente al jefe del Estado, sino a varios cargos distintos: Presidente de la República para algunos jefes de Estado históricos; Presidente del Gobierno para el jefe del ejecutivo; Presidente del Senado para el presidente de la cámara alta del parlamento, etcétera. Esto ha dado lugar a cierta confusión en países donde el término presidente se refiere únicamente al jefe de Estado, como Estados Unidos: varios incidentes en los que políticos estadounidenses de alto nivel llamaron «presidente» al jefe de gobierno español, entre ellos George W. Bush en 2001,[4] Jeb Bush en 2003,[5] y más recientemente, Donald Trump en septiembre de 2017.[6] Siendo España una monarquía constitucional desde 1975, el monarca actual es el jefe de Estado.
¿es españa una república o una monarquía?
Durante la Guerra Civil española hubo tres gobiernos. El primero fue dirigido por el republicano de izquierdas José Giral (de julio a septiembre de 1936); sin embargo, en el seno de la República estalló una revolución inspirada principalmente en principios socialistas libertarios, anarquistas y comunistas, que debilitó el gobierno de la República. El segundo gobierno estaba dirigido por el socialista Francisco Largo Caballero, del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT). La UGT, junto con la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), fueron las principales fuerzas de la mencionada revolución social. El tercer gobierno fue dirigido por el socialista Juan Negrín, que dirigió la República hasta el golpe militar de Segismundo Casado, que acabó con la resistencia republicana y acabó con la victoria de los nacionalistas.
El gobierno republicano sobrevivió en el exilio y mantuvo una embajada en Ciudad de México hasta 1976. Tras la restauración de la democracia en España, el gobierno en el exilio se disolvió formalmente al año siguiente[13].
El 28 de enero de 1930 fue derrocada la dictadura militar del general Miguel Primo de Rivera (que estaba en el poder desde septiembre de 1923)[14], lo que hizo que se unieran varias facciones republicanas de muy diversa procedencia (incluidos viejos conservadores, socialistas y nacionalistas catalanes)[15] El Pacto de San Sebastián fue la clave de la transición de la monarquía a la república. Republicanos de todas las tendencias se comprometieron con el Pacto de San Sebastián para derrocar a la monarquía y establecer una república. La restauración de los Borbones reales fue rechazada por amplios sectores del pueblo que se oponían con vehemencia al Rey. El pacto, firmado por representantes de las principales fuerzas republicanas, permitió una campaña política conjunta contra la monarquía[16] Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron una victoria aplastante a los republicanos[17] Dos días después se proclamó la Segunda República y el rey Alfonso XIII se exilió[18] La salida del rey dio lugar a un gobierno provisional de la joven república bajo el mando de Niceto Alcalá-Zamora. El 11 de mayo se incendiaron iglesias y establecimientos católicos en ciudades como Madrid y Sevilla[19].
Bandera de la segunda república española
El «Comité Revolucionario Republicano» creado por el Pacto de San Sebastián (1930),[2] considerado como el «acontecimiento central de la oposición a la monarquía de Alfonso XIII»,[3] y encabezado por Niceto Alcalá-Zamora, se convirtió finalmente en el primer gobierno provisional de la Segunda República, siendo Alcalá-Zamora nombrado Presidente de la República el 11 de diciembre de 1931.
Hay que tener en cuenta que España es una de las democracias (véase Presidente del Consejo para la lista completa de países) en las que el término «presidente» debe utilizarse con cuidado, ya que no se refiere únicamente al jefe del Estado, sino a varios cargos distintos: Presidente de la República para algunos jefes de Estado históricos; Presidente del Gobierno para el jefe del ejecutivo; Presidente del Senado para el presidente de la cámara alta del parlamento, etcétera. Esto ha dado lugar a cierta confusión en países donde el término presidente se refiere únicamente al jefe de Estado, como en Estados Unidos: varios incidentes en los que políticos estadounidenses de alto nivel llamaron «presidente» al jefe de gobierno español, entre ellos George W. Bush en 2001,[4] Jeb Bush en 2003,[5] y más recientemente, Donald Trump en septiembre de 2017.[6] Siendo España una monarquía constitucional desde 1975, el monarca actual es el jefe de Estado.
La segunda república española fue comunista
La Segunda República Española desempeñó un papel importante en la historia del país. Comenzó como consecuencia tardía del crack bursátil de 1929 y terminó con la dictadura del general Franco, que salió victorioso de la Guerra Civil española tras urdir un golpe militar contra la república. Este periodo marcó la segunda vez en la historia de España que los ciudadanos podían votar a sus dirigentes.
El crack de Wall Street de 1929 sumió a España en una crisis económica y provocó la caída del gobierno dictatorial del general Miguel Primo de Rivera. El rey español Alfonso XIII había apoyado el régimen dictatorial y, por tanto, se convirtió en un símbolo de opresión a los ojos de la clase trabajadora, que, tras un periodo de agitación, ayudó a los republicanos a subir al poder y ganar las elecciones. Durante la transición entre la caída de la dictadura en 1930 y la proclamación de la república en 1931, los republicanos firmaron el Pacto de San Sebastián para derrocar a la monarquía.
Durante el periodo de la Segunda República Española se llevaron a cabo numerosas reformas, entre ellas una importante reforma agraria. Sin embargo, estos esfuerzos no cumplieron las expectativas. En los meses siguientes aumentó la violencia entre liberales y conservadores, y varias huelgas y levantamientos populares contribuyeron a la inestabilidad del nuevo gobierno.
Más historias
Decorar con césped artificial: un estilo innovador para mentes creativas
Hacer manualidades contribuye al bienestar
Ideas para amueblar un cuarto juvenil