abril 8, 2024

Museo del prado arquitectura

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Saltar al contenido principalEl Museo del Prado, quizá el más famoso de los tesoros culturales de Madrid, se fundó en 1819 como escaparate público de la colección de arte real de España. Desde entonces, la institución nacional ha superado con creces, tanto en renombre mundial como en tamaño de la colección, los muros de su exquisita sede del siglo XVII (construida originalmente como palacio y anterior al museo en unos 200 años). En un esfuerzo por preservar su arquitectura auténtica y modernizar los espacios interiores de las galerías, el museo anunció a principios de esta semana que había seleccionado a Foster + Partners, con sede en Nueva York, y al estudio local Rubio Arquitectura para su próxima renovación.Un vistazo a la renovación interior del edificio propuesta por Foster + Partners.

Museo picasso

La colección comprende actualmente unos 8.200 dibujos, 7.600 pinturas, 4.800 grabados y 1.000 esculturas, además de otras muchas obras de arte y documentos históricos. En 2012, el museo exponía unas 1.300 obras en los edificios principales, mientras que unas 3.100 obras estaban en préstamo temporal a diversos museos e instituciones oficiales. El resto estaba almacenado[4].
El edificio que hoy alberga el Museo Nacional del Prado fue diseñado en 1785 por el arquitecto de la Ilustración en España Juan de Villanueva por orden de Carlos III para albergar el Gabinete de Historia Natural. Sin embargo, la función definitiva del edificio no se decidió hasta que el nieto del monarca, Fernando VII, animado por su esposa, la reina María Isabel de Braganza, decidió destinarlo a un nuevo Real Museo de Pinturas y Esculturas. El Real Museo, que pronto pasaría a llamarse Museo Nacional de Pintura y Escultura, y posteriormente Museo Nacional del Prado, abrió al público por primera vez en noviembre de 1819. Se creó con el doble objetivo de mostrar las obras de arte pertenecientes a la Corona española y de demostrar al resto de Europa que el arte español tenía el mismo mérito que cualquier otra escuela nacional. Además, este museo necesitó varias reformas durante los siglos XIX y XX, debido al aumento de la colección así como al incremento del público que quería ver toda la colección que albergaba el Museo[6].

Tienda del museo del prado

La colección comprende actualmente unos 8.200 dibujos, 7.600 pinturas, 4.800 grabados y 1.000 esculturas, además de otras muchas obras de arte y documentos históricos. En 2012, el museo exponía unas 1.300 obras en los edificios principales, mientras que unas 3.100 obras estaban en préstamo temporal a diversos museos e instituciones oficiales. El resto estaba almacenado[4].
El edificio que hoy alberga el Museo Nacional del Prado fue diseñado en 1785 por el arquitecto de la Ilustración en España Juan de Villanueva por orden de Carlos III para albergar el Gabinete de Historia Natural. Sin embargo, la función definitiva del edificio no se decidió hasta que el nieto del monarca, Fernando VII, animado por su esposa, la reina María Isabel de Braganza, decidió destinarlo a un nuevo Real Museo de Pinturas y Esculturas. El Real Museo, que pronto pasaría a llamarse Museo Nacional de Pintura y Escultura, y posteriormente Museo Nacional del Prado, abrió al público por primera vez en noviembre de 1819. Se creó con el doble objetivo de mostrar las obras de arte pertenecientes a la Corona española y de demostrar al resto de Europa que el arte español tenía el mismo mérito que cualquier otra escuela nacional. Además, este museo necesitó varias reformas durante los siglos XIX y XX, debido al aumento de la colección así como al incremento del público que quería ver toda la colección que albergaba el Museo[6].

El jardín de las delicias

El rey Carlos III de España pasaría a la historia como el mejor alcalde que ha tenido Madrid, gracias a sus esfuerzos por mejorar y modernizar la capital de España en el siglo XVIII. Fue su idea construir una «Ciudad de las Ciencias» a lo largo de lo que ya se conocía como Paseo del Prado, una avenida que había sido diseñada para los paseos en carruaje a las afueras de Madrid. Incluiría una Facultad de Medicina con un hospital adyacente, un jardín botánico, un observatorio astronómico y un Museo de Ciencias Naturales.
El Prado, que en principio era el museo de ciencias naturales, fue diseñado por el arquitecto Villanueva en el típico estilo neoclásico de la época. Era de planta rectangular, con tres entradas principales -una en el centro y otra en los extremos- y con un gran vestíbulo en su interior con una hermosa cubierta de cristal que proporcionaba mucha luz. Años más tarde, el rey Fernando VII, influenciado por su esposa Isabel de Braganza, decidió convertirlo en una galería de arte y trasladó allí la Colección Real. La colección ha crecido a lo largo de los años, llevando al Museo del Prado a convertirse en una de las mayores pinacotecas del mundo.