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Boda diana de gales
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La boda de Lady Diana Spencer con Carlos, Príncipe de Gales, el 29 de julio de 1981 fue calificada como la «boda del siglo». Treinta y nueve años después, la ya histórica ceremonia volverá a ser el centro de la atención del público, ya que la serie de Netflix The Crown revisa el famoso, pero tumultuoso, matrimonio de la princesa Diana y el príncipe Carlos en su cuarta temporada. La serie, ganadora de un Emmy, tiene como protagonistas a Emma Corrin y Josh O’Connor, e incluso ha recreado el icónico vestido de novia, pero aquí echamos un vistazo a la realidad. Sigue leyendo para ver las fotos de la boda real de los Príncipes de Gales, que vieron cientos de millones de personas en todo el mundo.
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el príncipe guillermo, duque de c…
La boda del Príncipe de Gales y Lady Diana Spencer tuvo lugar el miércoles 29 de julio de 1981,[1] en la Catedral de San Pablo de Londres, Reino Unido. El novio era el heredero del trono británico y de la Commonwealth, y la novia era miembro de la familia Spencer.
La ceremonia fue un servicio nupcial tradicional de la Iglesia de Inglaterra. Alan Webster, decano de San Pablo, presidió el servicio, y Robert Runcie, arzobispo de Canterbury, dirigió el matrimonio. Entre las personalidades que asistieron se encontraban muchos miembros de otras familias reales, jefes de Estado republicanos y miembros de las familias de los novios. Tras la ceremonia, la pareja hizo la tradicional aparición en el balcón del Palacio de Buckingham. Ese día, el Reino Unido declaró la fiesta nacional con motivo de la boda[2]. La ceremonia contó con muchos aspectos ceremoniales, como el uso de los carruajes de Estado y los papeles de la Guardia de a pie y la Caballería de la Casa.
Su boda fue ampliamente anunciada como una «boda de cuento de hadas» y la «boda del siglo». Se calcula que fue vista por una audiencia televisiva mundial de 750 millones de personas[2][3] Se celebraron actos en toda la Commonwealth para conmemorar la boda. En todo el Reino Unido se organizaron numerosas fiestas callejeras para celebrar la ocasión. La pareja se separó en 1992 y se divorció en 1996 tras quince años de matrimonio.
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La boda del Príncipe de Gales y Lady Diana Spencer tuvo lugar el miércoles 29 de julio de 1981,[1] en la Catedral de San Pablo de Londres, Reino Unido. El novio era el heredero del trono británico y de la Commonwealth, y la novia era miembro de la familia Spencer.
La ceremonia fue un servicio nupcial tradicional de la Iglesia de Inglaterra. Alan Webster, decano de San Pablo, presidió el servicio, y Robert Runcie, arzobispo de Canterbury, dirigió el matrimonio. Entre las personalidades que asistieron se encontraban muchos miembros de otras familias reales, jefes de Estado republicanos y miembros de las familias de los novios. Tras la ceremonia, la pareja hizo la tradicional aparición en el balcón del Palacio de Buckingham. Ese día, el Reino Unido declaró la fiesta nacional con motivo de la boda[2]. La ceremonia contó con muchos aspectos ceremoniales, como el uso de los carruajes de Estado y los papeles de la Guardia de a pie y la Caballería de la Casa.
Su boda fue ampliamente anunciada como una «boda de cuento de hadas» y la «boda del siglo». Se calcula que fue vista por una audiencia televisiva mundial de 750 millones de personas[2][3] Se celebraron actos en toda la Commonwealth para conmemorar la boda. En todo el Reino Unido se organizaron numerosas fiestas callejeras para celebrar la ocasión. La pareja se separó en 1992 y se divorció en 1996 tras quince años de matrimonio.
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Qué sueño parece… es una novia que cualquier hombre se alegraría de ver llegar al altar», dijo la comentarista Angela Rippon mientras unos 750 millones de personas veían a Lady Diana Spencer salir de una carroza de cristal en la catedral de San Pablo de Londres.
Era el miércoles 29 de julio de 1981 y la gente de todo el mundo se detenía para ver cómo se desarrollaba la boda entre Diana y el Príncipe Carlos en todo su esplendor. Todo funciona como un reloj: la procesión nupcial, la multitud que la adora, así como los comentarios de la BBC y la multitud de ángulos de cámara cuidadosamente planificados que revelan tanto los pequeños detalles como la escala y la grandeza de la catedral de San Pablo.
La música, «Prince of Denmark’s March» o «Trumpet Voluntary» de Jeremiah Clarke, crea una atmósfera de alegría a medida que se van revelando los detalles: El vestido, el velo y la tiara de Diana; sus tímidas sonrisas mientras camina del brazo de su padre, el conde de Spencer. Cuando era niña, todo parecía un sueño, y hoy todavía se me pone la piel de gallina. Diana se convirtió en la princesa icónica de los años 80 y la boda fue uno de los programas más populares jamás emitidos. Todo el espectáculo de la boda permitió a los australianos conocer la grandeza de la familia real británica.
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