octubre 27, 2024

Palacio del marques de casa estrada

Duque de abrantes

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Duque español

La Casa de la Marquesa de Uluapa es una hermosa, aunque mal llamada, casa del siglo XVIII en el centro de la ciudad. Originalmente estaba en el número 9 de la calle Monterilla, hoy 5 de febrero. La casa nunca perteneció a la Marquesa de Uluapa. Era hija de Diego Estrada y Galindo, quien se cree que descendía de uno de los conquistadores españoles llamado Francisco Franco.
Estrada y Galinda estaba bien posicionado en la Catedral de Guadalajara. Recibió los títulos de Vizconde de Estrada y Marqués de Uluapa, por real decreto en 1710. El título de Marqués de Uluapa probablemente derivó de su finca en Michoacán. Su hija, María Luisa, heredó los títulos en 1726.
El edificio original fue creado a instancias del conquistador Hernando de Ávila en el siglo XVI. A finales del siglo XVII, esa casa fue demolida y un tal Nicolás Cobián y Valdés construyó la vivienda que vemos hoy. Fue construida entre 1762 y 1766.
La característica principal de la casa es una serie de seis murales de azulejos. Estos son muy apreciados por quienes los visitan. También son muy inusuales al no representar temas religiosos. Las imágenes de tamaño natural presentan a los sirvientes, entre ellos mayordomos y lavanderas. Se cree que una de ellas es la esposa de uno de los propietarios, el alférez Don Nicolás Cobián y Valdés.

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Su historia posmedieval es desconocida hasta casi el final del siglo XVII, cuando en 1690 Johan Gabriel Sparwenfeld(de 1655 a 1727), emisario sueco y distinto lingüista y filólogo, compró el manuscrito en Madrid de la famosa biblioteca de Gaspar de Haro,
Su historia postmedieval es desconocida hasta casi finales del siglo XVII, cuando Johan Gabriel Sparwenfeld(1655-1727), enviado sueco y distinguido lingüista y filólogo, compró el manuscrito en Madrid en 1690 de la famosa biblioteca de Gaspar de Haro,
además de por la alcaldesa de este municipio, María Luisa Delfa Monsalve, por propietarios de fincas privadas de caza con las que el proyecto Life+Iberlince y la administración regional siguen firmando convenios de colaboración.

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La historia del castillo comenzó en la Edad Media, cuando se construyó una capilla dedicada a Nuestra Señora de la Pena en la cima de la colina sobre Sintra. Según la tradición, la construcción se produjo tras una aparición de la Virgen María.
En 1493, el rey Juan II, acompañado de su esposa la reina Leonor, peregrinó al lugar para cumplir un voto. Su sucesor, el rey Manuel I, también era muy aficionado a este santuario, y ordenó la construcción de un monasterio en este lugar que fue donado a la Orden de San Jerónimo. Durante siglos, Pena fue un pequeño y tranquilo lugar de meditación, que albergaba un máximo de dieciocho monjes.
En el siglo XVIII, el monasterio sufrió graves daños a causa de un rayo. Sin embargo, fue el Gran Terremoto de Lisboa de 1755, ocurrido poco después, el que se cobró el mayor número de víctimas en el monasterio, reduciéndolo a ruinas. No obstante, la capilla (y sus obras de mármol y alabastro atribuidas a Nicolau Chanterene) escapó sin daños significativos.