Imperiofobia y leyenda negra opiniones
imperiofobia y leyenda negra | maría elvira roca barea
En los últimos años, el debate sobre la cultura latinoamericana se ha animado. Se ha hecho hincapié en la herencia indígena amerindia y africana, al tiempo que se han señalado las diferencias o, como quieren algunos, las afinidades que caracterizan la relación de América Latina con Occidente.
Refiriéndose a la unidad de la lengua española, el historiador español Ramón Menéndez Pidal dijo: «Se puede decir que hay dos tipos de español culto, al igual que hay versiones americanas y británicas del inglés, que se distinguen principalmente por las peculiaridades de la pronunciación».
Esta evidente diferencia fonética puede considerarse un signo de riqueza y, afortunadamente, no ha puesto en peligro la unidad de nuestra lengua, ya que «los pueblos surgidos del antiguo Imperio español se comunican hoy mucho más entre sí que cuando pertenecían a un solo Estado». La unidad de la lengua española se ha mantenido así, enriquecida por las aportaciones de las distintas regiones en las que se habla.
Imperiofobia y leyenda negra opiniones 2022
El poema anterior salió de la pluma de Joaquim Bartrina, un español de Barcelona de 1850 a 1880. Lo he encontrado en el libro de Fernando Sánchez Dragón, cuyo título es precisamente éste: Y si habla mal de España, es un español (2007), que reseñaremos la próxima vez aquí.
Menciono aquí ambos, el poema y el libro, porque es increíble que nuestra Leyenda Negra tenga muchos más creyentes en España que fuera de nuestras fronteras. Se inició en Italia cuando el Imperio Español gobernaba allí, y luego fue promovida por ingleses, holandeses y alemanes por el gran temor al único Imperio del mundo bajo Carlos I y Felipe II.
De hecho, España nunca tuvo colonias en América ni en ningún otro país del mundo, sino provincias y virreinatos, cuyos jefes se responsabilizaban ante el Rey. Instituciones como el Consejo de Indias y el Juicio de Residencia eran ajenas a cualquier conquista no española. Este último impedía a los altos funcionarios dimisionarios salir de la ciudad en la que ejercían su cargo hasta que se les celebrara un juicio por su periodo en el poder, en el que cualquiera podía acusarle por cualquier motivo. Algunos de ellos iban a la cárcel o recibían fuertes penas si se demostraba que se habían excedido en sus poderes o habían hecho mal uso de ellos (incluso el propio Descubridor, Cristóforo Colón, fue llevado a presencia de los Reyes Católicos encadenado por ese motivo); aunque la mayoría fueron declarados inocentes porque normalmente se comportaban dentro de los límites de la ley y las virtudes cristianas. Pensemos en lo que podría haber ocurrido si los gobernantes franceses y británicos en sus colonias americanas hubieran sido obligados a juicios similares… Tantos tratados con los indios traicionados por los hombres blancos, tanto genocidio y guerras injustas hace uno o siglos en el terreno de los actuales EEUU por la codicia del hombre blanco. Incluso establecer reservas indias fue un exilio en su propio país, una gran vergüenza y violación de los derechos humanos. Eso nunca ocurrió en la América española.
Imperiofobia y leyenda negra opiniones del momento
Grabado propagandístico de Theodor de Bry de 1598 que representa a un español dando de comer a los niños indios a sus perros. Las obras de De Bry son características de la propaganda antiespañola que se originó a raíz de la Guerra de los Ochenta Años.
Una leyenda negra es un fenómeno historiográfico en el que una tendencia sostenida en la escritura histórica de información sesgada e introducción de hechos fabricados, exagerados y/o descontextualizados se dirige contra determinadas personas, naciones o instituciones con la intención de crear una imagen distorsionada y singularmente inhumana de ellas, ocultando al mismo tiempo sus contribuciones positivas a la historia. El término fue utilizado por primera vez por el escritor francés Arthur Lévy en su obra de 1893 Napoléon Intime, en contraposición a la expresión «Leyenda Dorada» que circulaba por Europa desde la publicación de un libro con ese nombre durante la Edad Media[cita requerida].
Sin embargo, si estudiamos bien la vida del emperador, pronto nos libraremos de las leyendas, tanto de la leyenda dorada, como de la que podemos llamar la leyenda negra napoleónica. Esta es la verdad: Napoleón no era un Dios, ni tampoco un monstruo- Arthur Lévy, Napoleon Intime
Imperiofobia y leyenda negra opiniones 2021
Grabado propagandístico de Theodor de Bry de 1598 que representa a un español dando de comer a los niños indios a sus perros. Las obras de De Bry son características de la propaganda antiespañola que se originó a raíz de la Guerra de los Ochenta Años.
Una leyenda negra es un fenómeno historiográfico en el que una tendencia sostenida en la escritura histórica de información sesgada e introducción de hechos fabricados, exagerados y/o descontextualizados se dirige contra determinadas personas, naciones o instituciones con la intención de crear una imagen distorsionada y singularmente inhumana de ellas, ocultando al mismo tiempo sus contribuciones positivas a la historia. El término fue utilizado por primera vez por el escritor francés Arthur Lévy en su obra de 1893 Napoléon Intime, en contraposición a la expresión «Leyenda Dorada» que circulaba por Europa desde la publicación de un libro con ese nombre durante la Edad Media[cita requerida].
Sin embargo, si estudiamos bien la vida del emperador, pronto nos libraremos de las leyendas, tanto de la leyenda dorada, como de la que podemos llamar la leyenda negra napoleónica. Esta es la verdad: Napoleón no era un Dios, ni tampoco un monstruo- Arthur Lévy, Napoleon Intime
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