noviembre 28, 2024

Obras de el greco

Obras de el greco

Diego velázquez

El Greco fue un pintor, escultor y arquitecto cretense del Renacimiento español. El Greco abandonó su lugar de nacimiento para ir a Venecia en 1567, y nunca regresó. Los tres años que pasó en Venecia influyeron profundamente en su estilo. En 1577 emigró a Toledo, España, donde vivió y trabajó hasta el final de su vida.
El Greco fue principalmente un pintor, pero también se le han atribuido algunas esculturas, como Epimeteo y Pandora[1] Esta dudosa atribución se basa en el testimonio de Pacheco. Pacheco vio en el taller del Greco una serie de figurillas (de cera, estuco y madera), pero puede que se tratara de meros modelos, como los que se utilizaban en los talleres italianos (como el que el propio Greco había creado, cuando estaba en Italia). Las figuras ilustradas recuerdan a ciertos desnudos de cuadros del Greco en sus proporciones alargadas, pero su naturalismo y la acentuada musculatura de la figura masculina son considerados por ciertos investigadores como sorprendentes para el Greco[2] Entre las obras conservadas del maestro se encuentran también cuatro dibujos[3]; tres de ellos son trabajos preparatorios para el retablo de Santo Domingo el Antiguo y el cuarto es un estudio para uno de sus cuadros, La Crucifixión[4].

El arte de el greco

En 1577, El Greco se trasladó a Toledo, donde realizó la mayoría de sus obras de madurez. Aunque realizó importantes obras por encargo en iglesias de los alrededores de Toledo, siguió sin tener el favor del rey, por lo que no recibió el mecenazgo real que tanto deseaba. El Greco hizo de Toledo su hogar, alquilando una serie de apartamentos al marqués de Villena, que incluían tres apartamentos y veinticuatro habitaciones. Pasó gran parte del tiempo estudiando, pintando y viviendo a lo grande, a menudo contratando a músicos para que tocaran para él mientras cenaba.
Aunque fue un pintor muy reconocido y prolífico, hacia el final de su vida pasó por dificultades económicas, agravadas por el impago de sus trabajos para el Hospital de Caridad de Illescas. Encontró su fin a la edad de 73 años, debido a una repentina enfermedad. Después de su muerte, las obras de El Greco fueron ampliamente ignoradas. Su inusual tratamiento de los temas y su compleja iconografía llevaron a muchos contemporáneos a desacreditar sus obras. No fue hasta la aparición del Romanticismo cuando se descubrieron sus obras, lo que provocó un renacimiento del interés por las obras del artista. Sus obras influyeron posteriormente en pintores realistas, impresionistas, cubistas y abstractos, como Pablo Picasso y Edouard Manet.

Tintoretto

El Greco nació en el Reino de Candía (la actual Creta), que en aquella época formaba parte de la República de Venecia, Italia, y era el centro del arte posbizantino. Se formó y se convirtió en un maestro dentro de esa tradición antes de viajar a los 26 años a Venecia, como habían hecho otros artistas griegos[6]. En 1570 se trasladó a Roma, donde abrió un taller y realizó una serie de obras. Durante su estancia en Italia, El Greco enriqueció su estilo con elementos del manierismo y del Renacimiento veneciano tomados de varios grandes artistas de la época, especialmente Tintoretto. En 1577 se trasladó a Toledo, España, donde vivió y trabajó hasta su muerte. En Toledo, El Greco recibió varios encargos importantes y produjo sus cuadros más conocidos, como Vista de Toledo y Apertura del quinto sello.
El estilo dramático y expresionista de El Greco fue recibido con perplejidad por sus contemporáneos, pero fue apreciado en el siglo XX. El Greco está considerado como un precursor del expresionismo y del cubismo, mientras que su personalidad y sus obras fueron fuente de inspiración para poetas y escritores como Rainer Maria Rilke y Nikos Kazantzakis. El Greco ha sido caracterizado por los estudiosos modernos como un artista tan individual que no pertenece a ninguna escuela convencional[3]. Es conocido sobre todo por sus figuras tortuosamente alargadas y su pigmentación a menudo fantástica o fantasmagórica, que combina las tradiciones bizantinas con las de la pintura occidental[7].

Pablo picasso

El Greco fue un pintor, escultor y arquitecto cretense del Renacimiento español. El Greco abandonó su lugar de nacimiento para ir a Venecia en 1567, y nunca regresó. Los tres años que pasó en Venecia influyeron profundamente en su estilo. En 1577 emigró a Toledo, España, donde vivió y trabajó hasta el final de su vida.
El Greco fue principalmente un pintor, pero también se le han atribuido algunas esculturas, como Epimeteo y Pandora[1] Esta dudosa atribución se basa en el testimonio de Pacheco. Pacheco vio en el taller del Greco una serie de figurillas (de cera, estuco y madera), pero puede que se tratara de meros modelos, como los que se utilizaban en los talleres italianos (como el que el propio Greco había creado, cuando estaba en Italia). Las figuras ilustradas recuerdan a ciertos desnudos de cuadros del Greco en sus proporciones alargadas, pero su naturalismo y la acentuada musculatura de la figura masculina son considerados por ciertos investigadores como sorprendentes para el Greco[2] Entre las obras conservadas del maestro se encuentran también cuatro dibujos[3]; tres de ellos son trabajos preparatorios para el retablo de Santo Domingo el Antiguo y el cuarto es un estudio para uno de sus cuadros, La Crucifixión[4].