Quien pinto el grito
La noche estrellada
El Grito es el nombre popular dado a una composición creada por el artista expresionista noruego Edvard Munch en 1893. El rostro agonizante del cuadro se ha convertido en una de las imágenes más icónicas del arte, considerada como símbolo de la ansiedad de la condición humana.
Munch recordaba que había salido a pasear al atardecer cuando, de repente, la luz del sol poniente tiñó las nubes de «rojo sangre». Sintió que un «grito infinito atravesaba la naturaleza». Los estudiosos han localizado el lugar en un fiordo con vistas a Oslo,[1] y han sugerido otras explicaciones para el cielo antinaturalmente anaranjado, que van desde los efectos de una erupción volcánica hasta una reacción psicológica de Munch al internamiento de su hermana en un manicomio cercano.
Munch realizó dos versiones en pintura y dos en pastel, así como una piedra litográfica de la que se conservan varios grabados. Las dos versiones pintadas han sido robadas, pero se han recuperado. Una de las versiones al pastel alcanzó el cuarto precio nominal más alto pagado por una obra de arte en una subasta pública. El título noruego es Skrik (Grito), y el alemán Der Schrei der Natur (El grito de la naturaleza)[cita requerida].
El grito robado
El Grito es el nombre popular dado a una composición creada por el artista expresionista noruego Edvard Munch en 1893. El rostro agonizante del cuadro se ha convertido en una de las imágenes más icónicas del arte, considerada como símbolo de la ansiedad de la condición humana.
Munch recordaba que había salido a pasear al atardecer cuando, de repente, la luz del sol poniente tiñó las nubes de «rojo sangre». Sintió que un «grito infinito atravesaba la naturaleza». Los estudiosos han localizado el lugar en un fiordo con vistas a Oslo,[1] y han sugerido otras explicaciones para el cielo antinaturalmente anaranjado, que van desde los efectos de una erupción volcánica hasta una reacción psicológica de Munch al internamiento de su hermana en un manicomio cercano.
Munch realizó dos versiones en pintura y dos en pastel, así como una piedra litográfica de la que se conservan varios grabados. Las dos versiones pintadas han sido robadas, pero se han recuperado. Una de las versiones al pastel alcanzó el cuarto precio nominal más alto pagado por una obra de arte en una subasta pública. El título noruego es Skrik (Grito), y el alemán Der Schrei der Natur (El grito de la naturaleza)[cita requerida].
El grito van gogh
El Grito es el nombre popular dado a una composición creada por el artista expresionista noruego Edvard Munch en 1893. El rostro agonizante del cuadro se ha convertido en una de las imágenes más icónicas del arte, considerada como símbolo de la ansiedad de la condición humana.
Munch recordaba que había salido a pasear al atardecer cuando, de repente, la luz del sol poniente tiñó las nubes de «rojo sangre». Sintió que un «grito infinito atravesaba la naturaleza». Los estudiosos han localizado el lugar en un fiordo con vistas a Oslo,[1] y han sugerido otras explicaciones para el cielo antinaturalmente anaranjado, que van desde los efectos de una erupción volcánica hasta una reacción psicológica de Munch al internamiento de su hermana en un manicomio cercano.
Munch realizó dos versiones en pintura y dos en pastel, así como una piedra litográfica de la que se conservan varios grabados. Las dos versiones pintadas han sido robadas, pero se han recuperado. Una de las versiones al pastel alcanzó el cuarto precio nominal más alto pagado por una obra de arte en una subasta pública. El título noruego es Skrik (Grito), y el alemán Der Schrei der Natur (El grito de la naturaleza)[cita requerida].
El original de la pintura del grito
«Kan kun være malet af en gal Mand!» («¡Sólo puede haber sido pintado por un loco!») aparece en el cuadro más famoso del artista noruego Edvard Munch, El Grito. Las imágenes de infrarrojos del Museo Nacional de Noruega en Oslo han confirmado recientemente que el propio Munch escribió esta nota.
La inscripción siempre ha sido visible a simple vista, pero las imágenes infrarrojas ayudaron a distinguir más claramente la escritura de su fondo. La comparación con la letra del artista demostró entonces claramente la autoría de Munch.
«El hallazgo cierra la incógnita sobre quién fue el autor de la inscripción», afirma Mai Britt Guleng, conservadora del Museo Nacional. «La foto [de infrarrojos] ofreció una imagen clara de la frase, y esto permitió comparar sistemáticamente la escritura, que es idéntica a la de Munch. Además, el tamaño de las letras es demasiado pequeño para que alguien las haya escrito como un acto de vandalismo».
La inscripción fue advertida por primera vez en 1904, 11 años después de su creación. En aquella época, la obra se exponía en Copenhague. Los críticos asumieron que un espectador indignado había desfigurado el cuadro. La obra expresionista provocó un debate desde el principio, y el estado de ánimo de Munch se abordó abiertamente incluso en su presencia. El crítico de arte y director de museo Henrik Grosch escribió a principios del siglo XX que este cuadro indicaba que Munch ya no podía ser considerado «un hombre serio con un cerebro normal», opinión que compartían otros, además de Grosch.
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