Composicion de la sal
Sal del himalaya
La sal de mesa es uno de los productos químicos domésticos más comunes. La sal de mesa tiene entre un 97% y un 99% de cloruro de sodio, NaCl. El cloruro de sodio puro es un sólido cristalino iónico. Sin embargo, en la sal de mesa hay otros compuestos, dependiendo de su origen o de los aditivos que puedan incluirse antes del envasado. En su forma pura, el cloruro de sodio es blanco. La sal de mesa puede ser blanca o tener un tenue tinte púrpura o azul debido a las impurezas. La sal marina puede ser de color marrón apagado o gris. La sal de roca no purificada puede tener cualquier color, dependiendo de su composición química.
Una de las principales fuentes de sal de mesa es el mineral halita o sal gema. La halita se extrae de las minas. Los minerales de la sal extraída le confieren una composición química y un sabor propios de su origen. La sal de roca suele purificarse a partir de la halita extraída, ya que ésta se encuentra con otros minerales, incluidos algunos que se consideran tóxicos. La sal gema autóctona se vende para el consumo humano, pero la composición química no es constante y puede haber riesgos para la salud por algunas de las impurezas, que pueden llegar a representar el 15% de la masa del producto.
Ferrocianuro de sodio
En química, una sal es un compuesto químico formado por un conjunto iónico de cationes y aniones[1]. Las sales están compuestas por números relacionados de cationes (iones con carga positiva) y aniones (iones con carga negativa) de manera que el producto es eléctricamente neutro (sin carga neta). Estos iones componentes pueden ser inorgánicos, como el cloruro (Cl-), u orgánicos, como el acetato (CH3CO-2); y pueden ser monatómicos, como el fluoruro (F-), o poliatómicos, como el sulfato (SO2-4).
Las sales pueden clasificarse de varias maneras. Las sales que producen iones de hidróxido cuando se disuelven en agua se denominan sales alcalinas. Las sales que producen soluciones ácidas son sales ácidas. Las sales neutras son aquellas que no son ni ácidas ni básicas. Los zwitteriones contienen un centro aniónico y otro catiónico en la misma molécula, pero no se consideran sales. Algunos ejemplos de zwitteriones son los aminoácidos, muchos metabolitos, péptidos y proteínas[2].
Las sales sólidas tienden a ser transparentes, como lo ilustra el cloruro de sodio. En muchos casos, la opacidad o transparencia aparente sólo están relacionadas con la diferencia de tamaño de los monocristales individuales. Dado que la luz se refleja en los límites de los granos (límites entre cristalitos), los cristales más grandes tienden a ser transparentes, mientras que los agregados policristalinos parecen polvos blancos.
Comentarios
La sal es un mineral compuesto principalmente por cloruro de sodio (NaCl), un compuesto químico que pertenece a la clase mayor de las sales; la sal en forma de mineral cristalino natural se conoce como sal gema o halita. La sal está presente en grandes cantidades en el agua de mar. El océano abierto tiene unos 35 gramos (1,2 oz) de sólidos por litro de agua de mar, lo que supone una salinidad del 3,5%.
La sal es esencial para la vida en general, y el sabor salado es uno de los gustos básicos del ser humano. La sal es uno de los condimentos alimentarios más antiguos y omnipresentes, y la salazón es un importante método de conservación de los alimentos.
Algunos de los primeros indicios del procesamiento de la sal se remontan al año 6.000 a.C., cuando los habitantes de la zona de la actual Rumanía hervían el agua del manantial para extraer las sales; una fábrica de sal en China data aproximadamente de la misma época. La sal también era apreciada por los antiguos hebreos, los griegos, los romanos, los bizantinos, los hititas, los egipcios y los indios. La sal se convirtió en un importante artículo de comercio y se transportaba por barco a través del Mar Mediterráneo, por caminos de sal especialmente construidos, y a través del Sahara en caravanas de camellos. La escasez y la necesidad universal de sal han llevado a las naciones a entrar en guerra por ella y a utilizarla para recaudar impuestos. La sal se utiliza en ceremonias religiosas y tiene otros significados culturales y tradicionales.
Propiedades de la sal
Patatas fritas, palomitas, pretzels, frutos secos. Todos estos alimentos populares tienen algo en común: mucha sal. A mucha gente le resulta agradable el sabor salado, pero la sal hace algo más que añadir sal. También puede potenciar el dulzor y ocultar los sabores metálicos o químicos desagradables, completando el equilibrio general de sabores y mejorando el sabor de los alimentos. El sabor también se puede potenciar añadiendo hierbas, especias y vinagres, pero añadir sal es una forma barata y fácil de hacer que la comida sepa bien.
Desgraciadamente, tomar demasiada sal se ha asociado a la hipertensión arterial, que puede dañar el corazón y los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de sufrir un infarto y un accidente cerebrovascular. Durante décadas, el gobierno estadounidense y la Asociación Americana del Corazón han recomendado consumir menos sal. Pero no se ha demostrado que la reducción del consumo de sal reduzca la presión arterial y no se ha traducido en una disminución de los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares en la población estadounidense. Sin embargo, las directrices actuales siguen pidiendo que se limite el consumo de sal para mantenerse sano. Entonces, ¿cuánta sal debemos tomar realmente para mantenernos sanos?
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